El Ferrari Roma es sin duda uno de los Cavallino más elegantes y atemporales que se ha fabricado en Maranello. Su diseño no pasa desapercibido, y eso es algo que durante el shooting que llevamos a cabo por la ciudad de Barcelona percibimos, ya que tanto peatones como conductores quedaban maravillados ante el asombro de nuestro Roma.
Escogimos para nuestra ruta, escenarios afines a “La Nuova Dolce Vita”. Lugares con encanto, dónde su silueta combinara a la perfección con la localización escogida, atentos siempre a que esa combinación fuera perfecta y reflejara en todo momento el adn de Ferrari.
Inspirado en los Ferrari de los años 50 y 60 el Roma tiene personalidad propia, ya que ha supuesto una rotura del estigma en la marca a la hora de no solo diseñarlo sino también de fabricarlo. Su afilado morro, destaca por una parrilla integrada en el faldón delantero, donde a sus laterales encontramos unas ópticas que le dan a esta parte del coche una interesante mirada.
En lateral, da rienda suelta a nuestra imaginación mostrando una perfecta silueta que combina, elegancia, deportividad y deja ver como parece haberse detenido el tiempo a la hora de dibujarlo. La zaga, presenta una firma lumínica antes vista en la marca, donde se deja de lado a los míticos pilotos redondos para dar paso a cuatro ópticas led de diseño horizontal.
Como no podía ser de otra manera, bajo el perfilado capó delantero encontramos un motor V8 biturbo que rinde la friolera cifra de 620cv y un par máximo de 760 Nm, que permiten lanzar al Roma de 0 a 100 km/h en tan solo 3,4 segundos y alcanzar una velocidad punta de 320 km/h.
En el interior, encontramos la misma filosofía que en el exterior, un nuevo diseño del cockpit y el habitáculo donde la tecnología ahora toma otro parangón como bien demuestran sus tres pantallas digitales; cuadro de instrumentos para el conductor, interfaz multimedia central y un ordenador de a bordo frente al copiloto para que también pueda disfrutar de la experiencia de conducción.
Rodar por la ciudad de Barcelona con el Ferrari Roma es una experiencia en la que casi participan tus cinco sentidos. Detener en lugares simbólicos para esta ciudad como la Sagrada Familia, la Casa Batlló, la Pedrera, las fuentes de Montjuic, la entrada al Palacio Real o abordar una de las míticas curvas del antiguo Circuito de Montjuic es un placer indescriptible.
El Ferrari Roma, merece el nombre de la ciudad eterna, por lo que es y sobre todo por lo que representa.