Ferrari&Friends Dealer Tour Andalucia

Explorar Andalucía al volante de un Ferrari es mucho más que un viaje, es una experiencia que combina la emoción de conducir estos deportivos con la belleza cultural y paisajística de una de las regiones más encantadoras de España.

Día 1: Inicio en Marbella y primeras rutas

El martes 19 de noviembre comenzó esta experiencia única, cuya punto de inicio fue el concesionario de nuestros compañeros en Ferrari Marbella, donde se entregaron los coches que serían los protagonistas del viaje. Los rugidos de los motores marcaron el inicio de esta aventura que prometía combinar lujo, velocidad y paisajes impresionantes.

Tras recoger los Ferrari, nos dirigimos a nuestra primera parada, el Parador de Ronda, un alojamiento ubicado estratégicamente con vistas impresionantes del emblemático Puente Nuevo. Posteriormente, los coches salieron a la carretera para una ruta inicial que permitió a los participantes acostumbrarse a las prestaciones del Ferrari en un entorno idílico. La primera comida del viaje se llevó a cabo en el restaurante La Merina, en Grazalema, donde los sabores de la cocina local acompañaron un ambiente relajado. La tarde continuó con una ruta de regreso a Ronda, brindando más tiempo para disfrutar de los paisajes serranos. La cena quedó libre, permitiendo a los participantes explorar por su cuenta la gastronomía local.

Día 2: Ruta de los Pueblos Blancos

El miércoles estuvo dedicado a la famosa Ruta de los Pueblos Blancos, un recorrido que nos llevó a todo el grupo por algunos de los rincones más pintorescos de Andalucía. Entre las paradas destacaron Zahara de la Sierra y Arcos de la Frontera, dos joyas del interior andaluz que combinan casas encaladas, callejuelas empedradas y vistas panorámicas. Conducir un Ferrari por estas carreteras serpenteantes fue una experiencia inolvidable, donde cada curva se convertía en una oportunidad para disfrutar de la destreza técnica de los vehículos.

El almuerzo tuvo lugar en el restaurante El Retablo, ubicado en Arcos de la Frontera, donde disfrutamos de una deliciosa comida enmarcada en un entorno lleno de historia. Por la tarde, regresamos a Ronda para una visita guiada por la ciudad, acompañados de un guía local, exploramos los rincones históricos de esta localidad, famosa por su impresionante puente y su plaza de toros, considerada una de las más antiguas de España. La jornada concluyó con una cena libre para disfrutar nuevamente de las especialidades culinarias que ofrece Ronda.

Día 3: Hacia el sur, Jerez y Granada

El jueves, la aventura continuó con un destino icónico: Jerez de la Frontera, conocido por su tradición vinícola y sus bodegas legendarias. En esta ocasión, visitamos las Bodegas Osborne, donde pudimos conocer el proceso de elaboración de algunos de los vinos más representativos de la región, incluyendo el famoso Jerez. La visita terminó con una cata exclusiva, permitiendo a los asistentes apreciar los matices únicos de estos caldos.

La comida del día se celebró en el restaurante Toro Tapas, que combina la cocina tradicional con toques contemporáneos. Desde Jerez, iniciamos una ruta en dirección a Granada, cruzando paisajes que variaban entre sierras, llanuras y pequeños pueblos. La llegada a Granada marcó el final de la jornada, con el check-in en el prestigioso Hotel Palacio de Santa Paula, un establecimiento lleno de encanto histórico que se convirtió en el alojamiento perfecto para explorar esta ciudad.

Día 4: Granada, historia y tradición

El viernes estuvo dedicado a descubrir los tesoros de Granada. Por la mañana, el grupo realizó una visita guiada a la Alhambra, uno de los monumentos más icónicos de España y Patrimonio de la Humanidad. Este majestuoso complejo, con sus jardines del Generalife, patios decorados y arquitectura nazarí, ofreció un recorrido lleno de historia y belleza. La experiencia fue enriquecida con las explicaciones del guía, quien destacó detalles únicos del monumento y su importancia histórica.

El almuerzo se celebró en el restaurante El Claustro, situado en un entorno que combina la elegancia de un antiguo monasterio con platos de alta cocina. La tarde estuvo marcada por una actividad especial en la Cueva Venta el Gallo, donde disfrutamos de una inmersión en la tradición andaluza a través del flamenco. Este espectáculo, con música y baile en un entorno íntimo, fue el cierre perfecto para un día lleno de cultura. La cena volvió a ser libre, permitiendo a los asistentes explorar la vibrante escena gastronómica de Granada.

Día 5: Despedida y regreso

El sábado marcó el final de esta increíble experiencia. La mañana comenzó con un desayuno en el hotel, donde pudimos compartir un último momento para contar anécdotas del viaje, disfrutar de un ambiente relajado y aprovechar para agradecer a nuestros clientes hayan confiado una vez más en nuestra propuesta para este gran y emocionante viaje.